El día a día de un granjero

Los primeros rayos del sol apenas se asoman en el horizonte y José, un hombre de unos 56 años, ya está terminando de ponerse las botas para ir a ordeñar a las vacas. En el establo hay decenas de enormes vacas listas para ser ordeñadas, José y los pocos trabajadores queaún quedan en la granja, comentan el viaje de Pedro a la ciudad, la segunda deserción en losúltimos quince días. Ahora sólo quedan menos de diez granjeros y en Rebollal, la población nosupera los cien habitantes. 

Hay menos granjeros, y esto se traduce en más trabajo para los pocos que quedan. Es muy común oír a la gente quejarse por el arduo trabajo que les toca realizar. A diferencia de José que si disfruta mucho la vida en el campo, alimentar a las vacas y ordeñarlas es su vida.

Lo Ãºnico que no disfruta es vacunar a los animales, ya que significa mucho más trabajo que de costumbre. Hoy es un día muy especial para Elena, una de las vacas de la granja y la engreídade José, porque el veterinario ha pronosticado para hoy su alumbramiento. 

Pasado el medio día llega el veterinario, Elena está en un ambiente reservado para alumbramientos y para las vacas que acaban de alumbrar. Hace una semana Sonia pasó por elmismo proceso. Luego de un par de horas con el veterinario, Elena es la orgullosa y feliz madrede una linda vecerra, que José le da el nombre de Teresa.